Tras un 2020 turbulento en el que las principales empresas de moda han registrado pérdidas sin precedentes, The Business of Fashion y la consultora McKinsey & Company establecen cuáles serán los principales desafíos de la industria de la moda para sobrevivir en 2021.

Es probable que el mercado chino se recupere a finales del cuarto trimestre de 2020, mientras que Europa y los Estados Unidos tardarán más tiempo.
En Europa, es probable que el crecimiento esté a la par de la media mundial, y que no vuelva a los niveles de 2019 hasta finales de 2022.
Para el sector del lujo específicamente, la venta al por menor europea ha sido un importante motor de crecimiento. Dado que los turistas chinos en particular continúan permaneciendo en sus casas, se prevé que las ventas en el sector del lujo europeo disminuyan aún más, entre un 40 y un 50% a finales de 2020, previéndose caídas similares en los Estados Unidos. Es poco probable que estas tendencias se inviertan antes de que los viajes internacionales vuelvan a sus niveles anteriores a la crisis.
La narración es muy diferente en China, donde los clientes de lujo están gastando en casa, lo que ayuda a impulsar una recuperación más rápida. Para finales de año, las ventas de lujo en China podrían ser de un 8 a un 13 por ciento más altas que en 2019, según los Escenarios de Moda de McKinsey. Las grandes ocasiones de compras como el Día de los Solteros el 11 de noviembre de 2020 y el Año Nuevo Chino el 12 de febrero de 2021 probablemente verán picos únicos en las ventas en línea. En particular, los mercados en línea, como Tmall y Taobao, deberían tener un rendimiento especialmente bueno, ya que se benefician de la creciente demanda y el aumento de la oferta, ya que los minoristas tratan de mover su exceso de inventario. (fuente: demodaperu.com)
1. Vivir con el virus
La crisis de Covid-19 ha afectado las vidas y los medios de subsistencia de millones de personas, al tiempo que ha alterado el comercio internacional, los viajes, la economía y el comportamiento del consumidor. Para seguir gestionando niveles de incertidumbre sin precedentes en el próximo año, las empresas deben reconfigurar sus modelos operativos para permitir flexibilidad y una toma de decisiones más rápida, y equilibrar la velocidad con la disciplina en la búsqueda de la innovación.
2. Disminución de la demanda
Tras la recesión más profunda en décadas, se espera que la economía mundial se recupere parcialmente el próximo año, pero el crecimiento económico seguirá disminuyendo en relación con los niveles pre-pandémicos. Dado que tampoco es probable que la demanda de moda se recupere debido a que el poder adquisitivo seguirá siendo restringido da causa del desempleo y la creciente desigualdad, las empresas deberían aprovechar nuevas oportunidades y duplicar las categorías, canales y territorios que aporten mejor rendimiento.
3. Sprint digital
La adaptación al mundo digital se ha disparado durante la pandemia. Por un lado, muchas marcas terminaron por abrazar el mundo online y, por otro, las que ya lo lo había hecho adoptaron innovaciones digitales como el livestreaming, el video chat de atención al cliente o las compras sociales. A medida que la penetración online se acelera y los compradores exigen interacciones digitales cada vez más sofisticadas, la industria de la moda debe optimizar la experiencia en línea y la combinación de canales a la vez que encuentran formas eficaces de integrar el componente humano.
4. En busca de la justicia
Con los trabajadores de la confección, los dependientes y otros trabajadores operando al final de la crisis, los consumidores se han vuelto más conscientes de la difícil y vulnerable situación de los empleados en la cadena de valor de la moda. En un momento de cambio y en el que proliferan las campañas para acabar con la explotación, los consumidores esperan que las empresas ofrezcan más dignidad, seguridad y justicia a sus trabajadores a lo largo y ancho de la industria global.
5. Viajes interrumpidos
El sector de los viajes sigue gravemente afectado y las compras en destino sufrieron a lo largo de 2020. Se espera que el turismo internacional permanezca moderado el próximo año y los compradores experimenten más interrupciones en los viajes, por lo que las empresas deberán interactuar más con los consumidores locales, realizar inversiones estratégicas en los mercados que experimenten una recuperación más sólida y desbloquear nuevas oportunidades para que los clientes sigan comprando.
6. Menos es más
Tras demostrar que más productos y colecciones no necesariamente suponen mejores resultados financieros, el Covid-19 ha subrayado la necesidad de un cambio en la mentalidad alrededor de la rentabilidad. Las empresas deben reducir la complejidad y encontrar formas de vender a precio total para reducir los niveles de inventario. Para ello, deberán adoptar un enfoque centrado en la demanda para definir su estrategia de oferta y aumentar la flexibilidad durante la temporada para generar deseo tanto en productos nuevos como en reposiciones de los más demandados.
7. Inversión oportuna
La polarización del resultados en la industria de la moda se aceleró durante la pandemia a medida que crecía la brecha entre las empresas con mejores resultados y el resto. Con algunos actores ya en bancarrota y otros que continúan a flote gracias a los subsidios gubernamentales, se espera que las fusiones y las adquisiciones aumenten a medida que las empresas maniobran para obtener mayor participación de mercado, desbloquear nuevas oportunidades y expandir sus capacidades.
8. Asociaciones más profundas
Al exponer la vulnerabilidad de los inversores, la debilidad de los contratos y los riesgos de una falta de proveedores, la crisis aceleró muchos de los cambios que las empresas ya estaban planteando para reequilibrar su cadena de suministro. Para mitigar problemas futuros, las empresas de moda deben alejarse de las relaciones puntuales en favor de asociaciones más profundas que brinden mayor agilidad y responsabilidad.
9. Beneficio minorista
El comercio minorista ha estado en una espiral descendente durante años y el número de cierres permanentes de tiendas seguirá aumentando, lo que obligará a los jugadores de la moda a repensar sus puntos de venta. Por ello, y teniendo en cuenta el cambio de poder de manos de los propietarios a los minoristas y la necesidad de integrar procesos digitales, las empresas deberán tomar decisiones difíciles para mejorar los beneficios de sus tiendas.
10. Revolución laboral
Impulsado por cambios fundamentales en la forma en que las empresas trabajaron durante la pandemia y la necesidad de impulsar el rendimiento en los próximos años, es probable que surja un nuevo modelo de trabajo en los próximos años. Por lo tanto, las empresas deben perfeccionar sus combinaciones de teletrabajo y trabajo presencial, invertir en la readaptación del talento e inculcar un mayor sentimiento de objetivos compartidos y de pertenencia entre sus empleados, quienes continúan reconsiderando cuáles son sus propias prioridades.
Puedes encontrar el informe completo en la página de McKinsey o descargar el informe aquí.
fuente: revista GQ
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